martes, 7 de agosto de 2007

Lecturas:

Lecturas comentadas

Que con toda lectura se aprende, es una afirmación obvia; como también debiera serlo la de que, considerada en sí misma, la lectura es una actividad de carácter intelectual necesaria para el desarrollo del pensamiento.

Por lo tanto, toda educación como es debido -es decir, fertilizada con el abono humanista en que se cimenta la verdadera cultura- ha de proponerse el fomento de la lectura -y también de la escritura-; pero en aquella forma que, lejos de convertir la lectura en una obligación onerosa para los alumnos, la transforme en fuente de placer que les lleve a leer por el gusto de leer. Acaso sea este el mejor camino -sino el único- para no hacer de la lectura una práctica escolar aborrecible.

Invoquemos la autoridad de Gianni Rodari al respecto, que puede orientarnos a los docentes acerca de cómo evitar apartar a los alumnos de la lectura y, por el contrario, de cómo contagiarles el placer de leer: (la cita está tomada de su célebre Gramática de la fantasía, obra que convierte el disfrute de la lectura y la práctica de la narración imaginativa en instrumentos educativos de primer orden).

El encuentro decisivo entre los chicos y los libros se produce en los pupitres del colegio. Si se produce en una situación creativa, donde cuenta la vida y no el ejercicio, podrá surgir ese gusto por la lectura con el cual no se nace, porque no es un instinto. Si se produce en una situación burocrática, si al libro se lo maltrata como un instrumento de ejercitaciones (copias, resúmenes, análisis gramatical, etc.), sofocado por el mecanismo tradicional 'examen-juicio', podrá nacer la técnica de la lectura, pero no el gusto. Los chicos sabrán leer; pero leerán solo si se les obliga. Y fuera de la obligación, se refugiarán en las historietas -aun cuando sean capaces de lecturas más complejas y más ricas-, tal vez solo porque las historietas se han salvado de la 'contaminación' de la escuela.

La selección de textos que ofrecemos a continuación -acompañados de breves y sencillos comentarios interpretativos de los mismos- persigue un acercamiento de los escolares a la lectura en la línea aconsejada por Rodari: leer para saber más, sí; pero sobre todo, leer para disfrutar, que es la mejor de las recompensas que la lectura puede proporcionarles.

Y enmarcamos estas lecturas -de autores muy heterogéneos- en el contexto de un nuevo centenario cervantino. Motivos no nos faltan, aunque preferimos exponerlos apoyándonos ahora en los versos de Rubén Darío. El poeta nicaragüense -en la estrofa 26 del poema 'El libro'- nos presenta a Cervantes como símbolo universal del libro, en cualquier época y lugar, por ser el autor de 'El Quijote', el mejor libro que jamás se haya escrito. Así suenan sus versos:


Vedle aquí: ¿quién es aquel
pobre manco desvalido,
de todos desconocido
pero a su patria tan fiel?
¿Quién es? -digo-. ¿Quién es él?
Y dicen ecos vibrantes
de mil pechos arrogantes
respondiendo con agrado:
Es el libro disfrazado
de don Miguel de Cervantes.

Los textos que hemos elegido para trabajar en el aula con los alumnos del primer ciclo de Educación Secundaria Obligatoria, pertenecen a autores -clásicos, modernos y más actuales- algunos de los cuales quedan al margen de los propuestos en los currículos de carácter normativo; textos de diferente naturaleza y estructura; en prosa y en verso. Y para operar esta selección -que, naturalmente, se basa en gustos muy personales- hemos tenido en cuenta una serie de criterios que exponemos seguidamente, y que creemos que pueden orientar a los docentes cuando ellos mismos tengan que seleccionar aquellos textos cuya lectura propongan a sus alumnos.

1.- Interés. El contenido de los textos resulta lo suficientemente sugestivo como para atraer de inmediato la atención del alumno y, por ello, tiende a entroncar con el mundo de sensaciones, sentimientos y vivencias en que aquél se desenvuelve.


2.- Facilidad de comprensión. Los textos están en consonancia con los niveles de maduración intelectual de los alumnos. Así, evitando quedarse estos en los puros signos -en 'signos sin significancia', como diría Salinas-, pueden pasar sin dificultad a los significados, única forma de percibir el sentido de los textos.


3.-Brevedad. La reducida extensión de los textos puede ayudar a eliminar en los alumnos aquella fatiga que terminaría por hacerles perder el interés por lo que están leyendo.


4.- Sentido completo. Independientemente del carácter del texto -descriptivo, narrativo o dialogado- y de su forma de expresión -verso o prosa-, tiene éste un sentido completo, porque así se alcanza, de forma más sencilla, la comprensión global del mismo.


5.- Léxico conocido. Los vocablos que figuran en los textos forman parte, en gran medida, del vocabulario usual del alumno. Aquellos que encierran un cierto grado de dificultad semántica han sido convenientemente aclarados en razón de los contextos en que están incluidos; aclaraciones que se recogen en el epígrafe apoyo léxico.


6.- Sintaxis sencilla. Los textos presentan una sintaxis muy simple, con predominio de párrafos cortos y de oraciones coordinadas y yuxtapuestas, lo que facilita la comprensión de los contenidos, al excluir los complicados enlaces característicos de la subordinación.


7.- Dificultades limitadas. Se ha evitado presentar textos en los que se acumulan en exceso las dificultades lingüísticas, porque, en caso contrario, se habría corrido el riesgo de suscitar en el alumno, ante la imposibilidad de vencer dichas dificultades, un sentimiento de frustración que podría llevarle, inicialmente, a rechazar la lectura de tales textos.


8.- Carácter formativo. Los textos seleccionados sirven para enriquecer el conocimiento que el alumno tiene de la realidad y, a la vez, para ir desarrollando su sensibilidad, con objeto de despertar en él un progresivo interés por los valores estéticos y, en definitiva, una actitud favorable hacia la lectura que, sin duda, habrá de contribuir a su formación integral.

De cada texto se ha efectuado un sencillo comentario que recoge su línea argumental, la intención perseguida por el autor -del que, en algunos casos, se ofrece información biobibliográfica- y, excepcionalmente, los valores literarios que encierra. Estos comentarios podrían facilitar la realización de aquellas actividades que pudieran proponer los docentes -actividades que nosotros hemos renunciado expresamente a formular- y que sirvan para garantizar la comprensión del texto por parte del alumno y su conexión con el entorno vital en que se desenvuelve.

1 comentario:

Asesor Homeschooling para Chile dijo...

Que te vaya muy bien con el "nuevo" blog!
Los versos de Ruben Darío geniales como siempre. Siempre caen bien.

Saludos cordiales!