martes, 11 de marzo de 2008

APOYO A LA FORMACIÓN DOCENTE

EL ACOMPAÑAMIENTO PEDAGÓGICO
PROPUESTA DE TRABAJO


Eliud Zamorano Mendoza y Martín Daniel López*


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pero difícilmente tomará conciencia de que es necesaria su participación en el grupo al cual asiste y, por ende, su formación dentro del mismo.

Respeto de la práctica docente de cada uno de los participantes, crear un ambiente donde se brinde respeto a cada individuo, que sea importante para el grupo sus sentimientos, opiniones y toda su persona, significa la aceptación del otro individuo como una persona independiente, con derechos propios. Resaltar que otra persona es digna de aprecio, aceptación y confianza. Aquí, todos son capaces de aportar ideas, experiencias, elementos de discusión, por tanto maestros y asesor-acompañante conviven en un plano de horizontalidad, con los mismo derechos y deberes, donde todos aprendemos de todos, donde se reconocen y, sobre todo, se respetan las habilidades, actitudes, conocimientos, experiencias de cada maestro y maestra.

Partir de la realidad para comprenderla sin quedarse en las apariencias, lo superfluo, lo evidente; ir acercándose a la esencia de esa realidad donde se logra identificar necesidades reales, permite pasar a una teorización. El apoyarse en la teoría nos permite pensar el por qué y para qué. Así, el ir y venir entre la práctica y la teoría, entre el hacer y el pensar, regresando después a la práctica misma, pero no al mismo punto de partida, más bien a la posibilidad de una nueva práctica mejorada; nos lleva, indudablemente, a encontrar la relación práctica-teoría-práctica.

El proceso es gradual y diverso. El contacto progresivo con la práctica impregna al profesor del saber práctico profesional efectivo en la acción, así también, los profesores elaboran y modifican su profesionalidad en forma evolutiva y fundamentalmente por vía experiencial, bien a partir de su propia experiencia, bien a partir de la comunicación de esquemas prácticos entre profesores, pero siempre dentro de esas condiciones contextuales. No se pretende que los sujetos cambien con su participación en talleres, conferencias, etc., de manera inmediata o en tiempos determinados; primeramente, cada individuo tiene un ritmo distinto de desarrollo y aprendizaje, los maestros tienen estilos, concepciones compromisos, diferentes respecto a la enseñanza-aprendizaje. Por tanto, cada individuo, cada colectivo “camina” con un ritmo propio.

Se pretende fortalecer la formación intelectual, social y afectiva. Si los propósitos del currículum nacional apuntan a formar niños críticos, reflexivos, capaces de cuestionar la realidad, es deseable la formación de los docentes como sujetos con capacidad intelectual, social y emocional capaces de establecer espacios de entendimiento con todo lo que les rodea.

Evaluación permanente. Toda acción que no mira como parte integral del proceso ala evaluación, es como una “barca sin rumbo”, la evaluación permanente debe permitir reorientar el desarrollo de la dinámica grupal de acuerdo a sus necesidades, inquietudes, problemáticas enfrentadas en la cotidianidad, gustos, etc., sólo así estaremos atentos y concientes de lo que sucede al interior del colectivo escolar.

TRES LÍNEAS DE TRABAJO

1. Revisión y análisis de elementos conceptuales (teóricos y metodológicos) Ofrecerles una metodología de trabajo que permita que esa construcción de conocimiento no se agote en sí misma, sino que les faculte acceder a otros niveles y tipos de conocimientos que puedan ser confrontados con las preguntas específicas que han surgido en su práctica. Siendo esencial la revisión bibliográfica y la realidad como fuentes de información.

2. Problematización de la práctica cotidiana. Para hacer significativa esta formación que se va construyendo, se le debe dar sentido, primeramente ubicándose en el momento histórico en que se está viviendo, después tomar conciencia del contexto en que desarrolla sus actividades y acercarse a una metodología que le permita pasar del análisis crítico al ejercicio creativo. Todo esto constituye la dimensión protagónica en la formación docente que considera al maestro capaz de ser agente de su propia transformación. El proceso de aprendizaje, bajo esta concepción, centra su análisis en la cotidianidad laboral como el lugar donde se construyen distintas formas de interacción social, de relación con el conocimiento y con la realidad. Situarlos en el lugar que les corresponde en la construcción del conocimiento pedagógico, valorando el saber acumulado a partir de su experiencia individual y colectiva, ésta se considera susceptible de ser analizada críticamente, enriquecida y transformada por ellos mismos, por la construcción de una nueva teoría y práctica de la educación.

3. Formación lectora y escritora. Que el proceso de formación, además de referirse a sus intereses pedagógicos fundamentales, tienda gradualmente a ser controlado por ellos mismos como grupo, abordando también el desarrollo lector y escritor de manera personal, es decir, leer, escribir y comentar lecturas y libros diversos, esencialmente de literatura.

Pretendiendo con todo esto que el maestro desarrolle un saber, un saber hacer, pero sobre todo, ser.

Una experiencia de acompañamiento en el Estado de Hidalgo

* Eliud Zamorano es la coordinadora estatal del PNL en Hidalgo, y Martín López forma parte del equipo estatal del PNL. Correo electrónico:rilechgo@hotmail.com

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INTRODUCCIÓN

Toda renovación de un sistema educativo se inicia con la reforma de los maestros en su formación inicial y permanente, pretender cambiar el rumbo de éste sin tomar medidas tendientes a mostrar a los docentes las innovaciones educativas en que se funda, es ir hacia un fracaso o un proceso de cambio demasiado lento.

La formación de los docentes, se debe mirar como un proyecto de vida profesional, es decir, como un acto cotidiano en nuestro desempeño profesional, que a fuerza de realizarlo en todo momento, se vuelve una necesidad. Además, la oportunidad de formarse es una tarea que nos permite actuar, producir y pensar sobre lo ocurrido en el analizar y reflexionar sobre la tarea.

Para lograr la formación dentro del trabajo o permanente, se recurre a la actualización y a la capacitación como medios establecidos dentro de la profesionalización docente, destacando un trabajo de acompañamiento, es decir, un involucramiento permanente en la dinámica de transformación de un colectivo escolar del asesor-promotor de lectura y los docentes.

Nosotros en este proyecto, retomando a Huberman, nos asumimos como Asesores-acompañantes, es decir, formarnos, o pretendemos, formarnos en el trabajo de equipo, trabajando en una estrecha relación de cooperación y apoyo, interpretando la realidad, reconociendo problemas y, al mismo tiempo, proponiendo soluciones, empero, nos mostramos prudentes al mantener una distancia para permitir el desarrollo personal de cada uno de los participantes.

Concebimos a la capacitación-acompañamiento como un proceso conciente, deliberado, participativo y permanente que es implementado por una institución (colectivo escolar) o un grupo de trabajo con el objeto de dotar de herramientas teóricas y metodológicas a los sujetos que les permita mejorar resultados y desempeños, estimular el deseo de innovar viejas practicas pedagógicas, problematizando el hacer cotidiano, reforzar el sentido de solidaridad de los sujetos para la consecución de objetivos comunes, y, sobre todo, desarrollándonos como lectores y escritores eficaces.

A través de la capacitación-acompañamiento y de una práctica inteligente se logra el perfeccionamiento de una tarea y que puede llevarnos a una verdadera revolución educativa, porque sólo cuando el docente y los Asesores-acompañantes asumamos una nueva postura ante nuestra labor profesional, se podrá brindar una educación de calidad.

En esta tarea, juega un papel importantísimo la integración de grupos de trabajo. El trabajo colectivo permite un desarrollo y enriquecimiento de las tareas individuales al permitir el intercambio de conocimientos, experiencias, posturas ideológicas, etc., frente a un problema común para los que participan. Ahí se inserta una figura externa, el Asesor-acompañante quien tiene la responsabilidad de animar y apoyar el proceso de cambio.

EL ACOMPAÑAMIENTO PEDAGÓGICO

Desarrollar un proyecto de acompañamiento pedagógico, es tarea que, necesariamente, requiere de condiciones y de posturas, tanto de los docentes como del Asesor-acompañante, señalamos algunas que consideramos esenciales:

Se da dentro del colectivo escolar. El aprendizaje cooperativo requiere de cierto ambiente de desarrollo, si bien es cierto que el trabajo colectivo permite el enriquecimiento de tareas individuales, también es cierto que la individualidad es importante dentro del grupo. Para lograr un buen desarrollo del trabajo grupal se requieren ciertas condiciones que el mismo grupo es responsable de crear o construir.

Es necesario establecer un diálogo constructivo que permita, antes que nada, el entendimiento que el conocimiento, que lleve a los participantes a una postura de descentración, estar abierto a todos y a todo, a dar y recibir; hay que otorgar la palabra al maestro para incorporarlo como fuente y expresión real del hacer educativo susceptible de modificarse en la acción, asumir una actitud positiva, de cooperación, de intercambio, de ayuda.

Para que se alcance el éxito deseado en cualquier actividad que iniciemos es preponderante la disposición que tenemos para realizar dicha actividad. La formación permanente requiere de este ingrediente. Una verdadera formación en este contexto sólo se da cuando el maestro asume su necesidad de seguir. Cuando siente que la institucionalidad lo encamina a esto, él crea una resistencia encubierta, puesto que asiste a cursos, talleres, conferencias, etc.,



1 Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000, Poder Ejecutivo Federal, p. 46.
2 Programa Nacional de Educación 2001-2006, Poder Ejecutivo Federal, p. 117.


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“De igual manera, para comprender el proceso de la lectoescritura no podemos permanecer fuera de él. Tenemos que introducirnos en su interior, lo cual significa que debemos transformarnos en lectores y escritores. Sólo así es posible conocer de verdad el proceso, sentirlo y, por lo tanto, comprenderlo. A este respecto, lo que el maestro haga en relación con la lectoescritura, dependerá no solamente de lo que él sepa, sino -y tal vez por encima de cualquier otra cosa- de lo que él sea”. Dubois, María Eugenia.

El factor olvidado en la formación de los maestros

JUSTIFICACIÓN

Las políticas gubernamentales más recientes en nuestro país, señalan a la educación como el medio que permitirá un desarrollo en todos los ámbitos de pueblo mexicano, encuentran en ella un medio para desarrollar capacidades: generar una estructura productiva eficiente con el apoyo del conocimiento científico y tecnológico, fortalecer la identidad nacional, ampliar las vías de participación democrática y plural, definir un proyecto histórico y de soberanía nacional.

Así, se han ejercido varias reformas educativas que, en su pretensión central, buscan eficientar el sistema educativo de nuestro país, como resultado de estas reformas se han elaborado nuevos planes de estudio en distintos niveles, han aparecido nuevos libros de texto gratuito, editado materiales de apoyo, etc. Sin embargo, es innegable la crisis por la que atraviesa el sistema educativo nacional, crisis manifiesta en los altos índices de reprobación, deserción, y la baja eficiencia terminal en cada nivel, crisis en la ausencia de valores y actitudes criticables en los niños y jóvenes en la actualidad.
Gran cantidad de autores enuncian la problemática que enfrenta el Sistema Educativo Nacional, los factores que la determinan y plantean sugerencias de solución. Entre uno de los factores destaca la formación y la actualización del docente como uno de los más importantes.

En forma similar, desde el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica se plantea la revalorización de la función magisterial contemplando en ella, la formación del futuro maestro y la actualización de los docentes en servicio. Esto se reafirma en los siguientes documentos emanados de los gobiernos posteriores como el Programa Nacional de Desarrollo 1995-2000 que estipula “El papel del maestro se establece como el agente esencial en la dinámica de la calidad, dándole mayor importancia a la formación y actualización del magisterio del sistema educativo” ; así también en el actual gobierno se estipula: “La transformación de las prácticas educativas es un elemento indispensable para alcanzar una educación básica de calidad para todos...” .

En este marco surgen con gran fuerza acciones emprendidas para la formación, a través de la capacitación, actualización y profesionalización.

Pero, el gran esfuerzo por modificar las prácticas de los docentes frente a grupo, es mínimo. Ineludiblemente surgen cuestionamientos como ¿qué hace falta para que los docentes logren modificar su práctica pedagógica? ¿qué papel juegan las personas que trabajan en los cuerpos técnicos, los asesores pedagógicos?

En el presente trabajo se da a conocer una propuesta denominada “El acompañamiento pedagógico”, el la cual se describe el quehacer profesional del asesor-promotor y los docentes dentro de un colectivo escolar, esta propuesta se fue conformando a través de experiencias con diversos colectivos, toma cuerpo y forma concreta a partir de una experiencia de acompañamiento y es producto de trabajo permanente con los maestros de la escuela primaria “Cuauhtémoc” de la comunidad de Cuauhtémoc, Mpio. de Actopan, Hgo.