viernes, 28 de septiembre de 2007

La Disciplina

El ayudar al niño a comportarse de una manera aceptable es una parte esencial de su crianza. La disciplina varía con la edad. No hay una manera correcta de criar a los niños, pero los psiquiatras de niños y adolescentes recomiendan las siguientes reglas:

Generalmente, los niños quieren complacer a sus padres. Los padres, si son sabios, integran este deseo de complacer a sus actividades disciplinarias.

Cuando los padres demuestran su alegría y aprobación por el comportamiento que les agrada, esto refuerza el buen comportamiento del niño. Cuando los padres demuestran su desaprobación al comportamiento peligroso o desagradable del niño pequeño, tienen mayor posibilidad de éxito cuando el niño sea mayor.

La forma en la que el padre corrige el mal comportamiento del niño o adolescente tiene que hacerle sentido al hijo. El padre no puede ser tan estricto, que el niño o el adolescente no sienta más adelante el amor y la buena intención del padre.

Los niños y adolescentes pueden hacer que sus padres se enojen. Los padres deben tener control de sí mismos cuando están enojados. Aunque un grito de "no" puede atraer la atención de un niño pequeño que está por cruzar la calle, puede conseguir intranquilizar al bebé que está llorando. Los niños mayores deben de saber lo que se espera de ellos. Los padres deben de ponerse de acuerdo y deben de explicarle claramente las reglas al niño o al adolescente.

En nuestra sociedad heterogénea, donde existen tantas culturas y maneras de criar los niños, cada familia espera un comportamiento diferente de sus hijos.

Se le puede permitir a un niño ir y venir cuando quiera, mientras que a otro se le pueden imponer horas fijas de regresar a la casa. Cuando los padres y los niños no están de acuerdo sobre las reglas, ambos deben de tener un intercambio de ideas que los ayude a conocerse. Sin embargo, los padres son los responsables de establecer las reglas y los valores de la familia.

Evitar que el comportamiento indeseable comience es más fácil que ponerle fin luego.

Es mejor colocar los objetos frágiles o valiosos fuera del alcance de los niños pequeños que el castigarlos por romperlos. Los padres deben estimular la curiosidad dirigiéndola hacia actividades tales como hacer rompecabezas, aprender a pintar o leer.

El cambiar el comportamiento apropiado del niño puede ayudarlo a obtener el dominio de sí mismo que necesita para que sea reponsable y considerado con otros.

El dominio de sí mismo o auto-control no ocurre automáticamente o de repente. Los niños pequeños necesitan que sus padres los guíen y apoyen para que comiencen el proceso de aprender a controlarse. El auto-control corrientemente comienza a los seis años. Cuando los padres guían el proceso, el auto-control aumenta durante los años escolares. Los adolescentes pueden todavía experimentar y rebelarse, pero la mayor parte de ellos pasa por este período y llega a ser un adulto responsable, especialmente si desde temprana edad han experimentado un buen entrenemiento.

Las familias transmiten sus métodos de disciplina y sus expectativas a los niños de generación en generación.

Cuando los intentos de disciplinar al niño no tienen éxito, puede ser beneficioso consultar con alguien fuera de la familia para que nos ofrezca sugerencias sobre la crianza del niño. Los profesionales especializados en el desarrollo y el comportamiento infantil pueden darle información acerca de la manera de pensar y de desarrollarse el niño. También pueden sugerir métodos para modificar el comportamiento; con la paciencia de los padres y la ayuda de los profesionales cuando sea necesaria, puede allanarse el camino para que los niños aprendan lo que la sociedad espera de ellos y lo que ellos pueden esperar de sí mismos.

La Mente Absorbente del Niño

La Mente Absorbente del Niño
según Montessori

preparado por la Dra. Marina Grau

Nosotros adquirimos los conocimientos con nuestra inteligencia mientras que el niño los absorbe con su vida psíquica. Simplemente viviendo el niño aprende a hablar el lenguaje de su raza. Es una especie de química mental que opera en él. A este tipo de mente le hemos llamado Mente Absorbente. Nos resulta difícil concebir la facultad de la mente infantil pero sin duda la suya es una forma de mente privilegiada.

El movimiento es otra de las conquistas maravillosas del niño. El recién nacido yace en su cama durante meses, pero transcurrido cierto tiempo camina, se mueve, goza, es feliz. El lenguaje penetra en su mente con toda su complejidad , así como el poder de dirigir sus movimientos según las necesidades de su vida. Aprende con sorprendente rapidez todo lo que se halla a su alrededor; costrumbres, religión, se fijan en su mente de forma estable. Por eso nuestros salones de clases tienen un ambiente especialmente preparado para que el niño asimile cualquier cultura difusa en el ambiente sin necesidad de enseñanza.

Nuestra obra de adultos no consiste en enseñar, sino en ayudar a la mente infantil en el trabajo de su desarrollo. La parte mas importante de la vida no es la que corresponde a los estudios universitarios, sino al primer período que se extiende desde el nacimiento hasta los seis años porque es en este período cuando se forma la inteligencia y el conjunto de las facultades psíquicas. Se recomienda que los niños entren a formar parte de nuestra educación Montessori a los 2 años para que adquieran la adaptación a la escuela en uno de nuestros salones de Nursery antes de empezar el programa Montessori que comienza a los 3 años y así poder beneficiarse plenamente del primer ciclo Montessori. A los 3 años de edad ya la mente esta preparada para asimilar los conocimientos dados en el ambiente escolar.

La mente absorbente es desde cero hasta los seis años. Este período tiene dos subfases distintas: desde cero a tres años muestra un tipo de mentalidad a la cual el adulto tiene difícil acceso y de hecho no existen escuelas para estos niños; ellos no recuerdan las cosas de este período pero si pasan al Mneme o sea la memoria inconsciente. La otra subfase : desde los tres hasta los seis años, en la cual el tipo de mente es el mismo, pero el niño empieza a ser particularmente influible. Este período se caracteriza por las grandes transformaciones que se suceden en el individuo. Para convencerse de ello basta pensar en la diferencia que existe entre el recién nacido y el niño de seis años. De los tres a los seis años el niño tiene mente absorbente consciente, o sea que recuerda las cosas de este período y es lo bastante inteligente para ser admitido en la escuela. La pérdida de este período es irreparable.

La idea fundamental del enfoque Montessori hacia la educación es que cada niño lleva dentro de si las potencialidades del hombre que un día sera. De forma que pueda desarrollar al máximo sus capacidades físicas, emocionales, intelectuales y espirituales. El debe tener libertad, una libertad que se logra a través de la auto-disciplina y el orden.

Los niños Montessori trabajan tres niveles juntos en un salon de clases, o sea de 3 a 6 años, lo que vendría correspondiendo a maternal, kindergarten y pre-primero y así sucesivamente. Esto de mezclar los niños puede parecer raro a quienes no tengan pleno dominio del sistema, pero lo cierto es que todas las escuelas Montessori del mundo, con profesores Montessori graduados, tienen los niños mezclados así, pues el método lo exige; de lo contrario no podría decirse que se trata de una escuela Montessori genuina. Al respecto la Doctora Montessori dice que en esta forma el niño pequeño aprende del mas grande y el más grande repasa las clases para su mejor preparación. Además el orden de sucesión en dificultad del material didáctico va aumentando y de ahí el niño va adquiriendo sus conocimientos conjuntamente con el ambiente preparado del salón de clases que es una de las cosas primordiales en la educación Montessori. Así, tiene el niño la oportunidad de aprender sin inhibiciones ni restricciones, pues el material está expuesto en los gabinetes para ser elegido por los niños.

Esperamos que este artículo igual que los anteriores que he aportado para una mayor comprensión del método, sirvan de algo, pues lo he hecho con la mejor intención, dedicado a los padres de familia y personas dedicadas a la educación, quienes nos preguntan sobre el método Montessori.

Infancia de Neruda

El poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973) ha asociado su creación poética con un simple intercambio de regalos en su infancia...

Esta curiosa historia sugiere que al ofrecer nuestra amistad a alguien que no conocemos, fortalecemos nuestro vínculo fraterno con toda la humanidad. Una vez buscando los pequeños objetos y los minúsculos seres de mi mundo en el fondo de mi casa en Temuco, encontré un agujero en una tabla del cercado. Miré a través del hueco y vi un terreno igual al de mi casa, baldío y silvestre. Me retiré unos pasos, porque vagamente supe que iba a pasar algo.

De pronto apareció una mano. Era la mano pequeñita de un niño de mi misma edad. Cuando acudí no estaba la mano porque en lugar de ella había una maravillosa oveja blanca. Era una oveja de lana desteñida. Las ruedas se habían escapado. Todo esto lo hacía más verdadera. Nunca había visto yo una oveja tan linda. Miré por el agujero, pero el niño había desaparecido. Fui a mi casa y volví con un tesoro que le dejé en el mismo sitio: una piña de pino, entreabierta, olorosa y balsámica, que yo adoraba. La dejé en el mismo sitio y me fui con la oveja. Nunca más vi la mano ni el niño.

Nunca tampoco he vuelto a ver una ovejita como aquélla. La perdí en un incendio. Y aún ahora en este 1954, muy cerca de los cincuenta años, cuando paso por una juguetería, miro aún furtivamente a las ventanas. Pero es inútil. Nunca más se hizo una oveja como aquélla. Yo he sido un hombre afortunado. Conocer la fraternidad de nuestros hermanos es una maravillosa acción de la vida. Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida. Pero sentir el cariño de los que no conocemos, de los desconocidos que están velando nuestro sueño y nuestra soledad, nuestros peligros o nuestros desfallecimientos, es una sensación aún más grande y más bella porque extiende nuestro ser y abarca todas las vidas. Aquella ofrenda traía por primera vez a mi vida un tesoro que me acompañó más tarde: la solidaridad humana. La vida iba a ponerla en mi camino más tarde, destacándola contra la adversidad y la persecución.

No sorprenderá entonces que yo haya tratado de pagar con algo balsámico, oloroso y terrestre la fraternidad humana. Así como dejé allí aquella piña de pino, he dejado en la puerta de muchos desconocidos, de muchos prisioneros, de muchos solitarios, de muchos perseguidos, mis palabras. Esta es la gran lección que recogí en el patio de una casa solitaria, en mi infancia. Tal vez sólo fue un juego de dos niños que no se conocen y que quisieron comunicarse los dones de la vida. Pero este pequeño intercambio misterioso se quedó tal vez depositado como un sedimento indestructible en mi corazón, encendiendo mi poesía.

Pablo Neruda, Isla Negra, 1954

Los helogios


El niño debe desarrollar un sentido interno de confianza y valorarse como persona.

Al elogiar su conducta, usted lo ayuda a reconocer lo valioso e importante que es por el simple hecho de ser él mismo. El elogio es una herramienta muy efectiva para motivar y crear un profundo sentido de autoestima, la cual es la cualidad más importante y delicada que un ser humano pueda poseer.

Una manera fabulosa de aumentar la autoestima de su hijo es mediante el sueño. Ante todo, se debe establecer una hora formal de ir a la cama, un momento en el cual el nivel de energía y los niveles de resistencia se reduzcan y lleguen a la calma. La hora de dormir es probablemente la más importante del día de su niño. Puede comenzar con un baño como inicio del ritual. Después vendría la hora del cuento en la que el niño le lee una historia (si el niño es muy pequeño, le puede contar una historia por él inventada utilizando un libro como guía), luego usted puede leerle un cuento.

Es importante familiarizar al niño con la lectura lo más pronto posible puesto que la lectura y la autoestima van de la mano. La lectura es una ventaja vital y esencial para el bienestar psicológico de su hijo y para que este pueda desarrollar un concepto de su propio ser. Quizás, cuando los dos hayan leído, puedan tenderse en la cama abrazándose y acariciándose y puedan hablar de las cosas que pasaron en el día, bríndele seguridad, cántele canciones, métalo en la cama con muchos besos y abrazos. Después de unos 10-15 minutos de que se haya quedado dormido, regrese a él y siéntese a su lado. Susurre al oído mensajes tranquilizantes. Por ejemplo, "Pedro, aquí esta mami.

Quiero que sepas lo mucho que te quiero, eres un niño bueno y feliz. Me haces sentir muy contenta cuando te comes toda la comida, no peleas con tu hermana yverte reír..." Para este momento ya él habrá absorbido el mensaje, esto lo ayudará a dormir tranquilamente. La comunicación puede aumentar en gran medida la autoestima de su hijo. Elógielo por sus logros o simplemente por ser él mismo.

El elogio enseña a su hijo a ser positivo y a centrarse en lo bueno de su vida.