martes, 7 de agosto de 2007

El adolescente ante la lectura

A pesar de los valores que entraña la lectura, nuestros alumnos cada vez leen menos, quizá por el tiempo que se pierde ante la televisión, por la existencia de más diversiones públicas... o ¿tal vez porque los profesores no motivan la lectura suficientemente o se enseña desde otras perspectivas que no interesan a los adolescentes?

Éste es un problema que posiblemente se pueda atajar mediante técnicas variadas de lectura creativa, entendiendo por tal la que da a los lectores la posibilidad de convertirse en escritores. La lectura a partir de la cual se puede crear algo.

Se pueden proponer actividades infinitamente variadas que proporcionan al profesor una base para poder elegir las que crea más adecuadas al perfil, gusto e intereses de los alumnos. Dichas actividades, a nuestro juicio, deben estar relacionadas con los autores que les puedan ser más cercanos. Al mismo tiempo, se plantearán actividades de producción de textos libres, procurando fomentar en todo momento las potenciales vocaciones literarias, de tal manera que a nadie extraña que en las clases de literatura también se pueda aprender a ser escritor. Básicas para la iniciación poética y narrativa son las técnicas siguientes.

a) Con el texto poético:

- Continuar poemas abiertos.
- Escribir poemas con la misma estructura de otros.
- Señalar las palabras clave de un poema, buscar otras de la misma sonoridad y con ellas confeccionar un nuevo poema.
- Añadir metáforas y comparaciones a un texto poético.
- Señalar las palabras más y menos bellas de varios textos, explicar las razones y hacer un texto nuevo utilizándolas.
- Presentar cuatro poemas para que del primero se imite la estructura; del segundo, se extraigan los adjetivos; del tercero, los sustantivos, y del cuarto, los verbos; barajar todos esos elementos y hacer un nuevo poema.
- Secuenciar un poema y transformarlo en un cuento.
- Secuenciar un poema y convertirlo en un tebeo.
- Escribir poemas imitando el pensamiento y el estilo de los escritores de un determinado movimiento literario.
- Señalar los adjetivos de un texto, uno de los cuales puede servir de título a un nuevo poema.

b) Con el texto narrativo:

- Cambiar los finales.
- Añadir algún capitulo nuevo.
- Introducir otros personajes.
- Enfrentar personajes de obras y de épocas distintas.
- Escribir poemas o monólogos inspirados en el personaje que más ternura sugiera.
- Alterar la época.
- Analizar el estilo descriptivo y realizar nuevas descripciones.
- Hacer entrevistas imaginarias al autor o personajes de la obra.
- Redactar un monólogo con los pensamientos que puede tener un personaje en un momento determinado, etc.

Bien, las sugerencias están lanzadas. ¿No crees que con propuestas como éstas es muy difícil que el adolescente no cambie de actitud ante la lectura? Pruébalo. Se trata, ya ves, de que lean y después creen.

No hay comentarios: