martes, 16 de octubre de 2007

El Auxiliar Docente

Preceptor o Celador

Introducción

En el presente escrito aspiro a ofrecer una visión de la verdadera importancia del Auxiliar Docente (Preceptor), un actor de la educación "que sufrió en estas últimas décadas un desprestigio agobiante y desjerarquización" al máximo, tanto que hoy día observa como un espectador cómo su rol es cubierto por otras nuevas figuras (tutor, mediador, etc.) inspirados en las tareas propias de él.

Esto no es el trabajo de un erudito, sino más bien, de un profesional que se esfuerzo por exponer de la forma más clara y precisa, la descripción de una tarea que desarrolla dentro de la actividad administrativa y pedagógica tutorial, y que de hecho sirve de nexo entre todos los actores de la educación.

Por eso he fijado la exposición principal en las ideas que tienen valor actual, las que han sobrevivido al paso del tiempo y no han tenido trascendencia por pertenecer a una profesión a la cual no le han dado la importancia debida. Y que creo que analizando la misma podría contribuir a resolver muchos problemas de hoy.

Por eso el fundamento tiene un carácter pragmático, sin haber caído en el pecado del practicismo o el sectarismo. Por el contrario, he tratado de ajustarme a la estricta realidad con la mayor objetividad posible.

Pudiendo afirmar que la figura del Auxiliar Docente ocupa un lugar estratégico dentro del sistema educativo pues su presencia frente a los alumnos determina una modificación en la conducta, en el vínculo de entendimiento con sus pares y en la relación con los demás actores de la educación, contribuyendo así a la educación integral del mismo.

Por otro lado deseo que al leer esto, lo hagan con el sentimiento que traen los recuerdos de la escuela secundaria, ese momento sublime de nuestra vida, la adolescencia. Las picardías, la timidez, los conflictos internos, los amigos, las ropas, las barras, la música, los ídolos y todo aquello que influía en nosotros. Y la figura de “el Prece”.

Este “Prece” de gran valor humano; este trabajador de una profesión real enmarcado por deberes y derechos, pero sin un estudio serio y sistemático que posibilite hacer de esta tarea una ciencia donde se encuentren las herramientas necesarias para servir al contexto educativo con óptima eficiencia.

Puedo decir que esto se debe a que hasta el momento lo que se ha hecho es crear o insertar más figuras dentro del sistema educativo, hecho que hace que al final muchas veces ninguno termine cumpliendo el trabajo para el que fue preparado.

Además, siempre me he preguntado: ¿Porqué dan tantas vueltas para tratar de solucionar el problema de la deserción, el desgranamiento, la repitencia, los problemas de conducta, la asistencia social, la salubridad, la prevención, etc.? - Si la repuesta no es crear nuevos expertos ni técnicos. La solución está simplemente en trabajar con las personas que están 4 ½ horas con los alumnos, (Auxiliares Docentes), prepararlas en las ciencias necesarias para su actividad y darles una carrera profesional adecuada a la tarea que realiza.

Todos sabemos que en este momento histórico en que se avecina un nuevo milenio, se acentúa la tensión política, se ahonda la crisis económica e ideológica y no se ven salidas claras para nuestras vidas. Pero, donde los valores éticos y morales parecieran desaparecer, se enciende la luz de la educación, que como tal debe servir para encontrar una solución a los grandes problemas del momento y así proyectarnos un futuro con nuevos vientos de fe y esperanza.

Y como siempre y sin la menor duda los Auxiliares Docente seremos partícipes de ello.

Este ensayo lo dedico a todos aquellos que cumplen la tarea de Auxiliares Docente, Preceptores, Celadores y Bedeles, y sobre todo a aquellos que ya se han jubilado pues esto significa que han dejado parte de su vida en las aulas, los pasillos y oficinas de alguna institución educativa y han sido partícipes de la vida de varias generaciones de jóvenes.

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